CARBOXITERAPIA
La Carboxiterapia es un tratamiento originado en la medicina desde 1932. En particular fue posible determinar la efectividad de la Carboxiterapia practicado por via subcutánea y con el equipo adecuado y las metodologías en:
a) Reducción de la adiposidad (ambos relacionados con una acción directa sobre la lipoclasia, consiguiendo un incremento de la lipólisis gracias al aumento de la disponibilidad local de oxígeno).
b) Mejora de la microcirculación.
c) Cambio positivo en el aumento de espesor de la dermis.
d) Aumentar la elasticidad de la piel y por tanto recuperación de la piel flácida.
e) Corrección de las irregularidades de la piel (ya sea solo o en combinación con liposucción).
f) Mejora de los resultados obtenidos con las técnicas quirúrgicas en el modelado del contorno corporal.
La Carboxiterápia tiene hoy distintas aplicaciones, y se introduce el equipo en la práctica clínica en cirugía plástica, dermatología, flebología, tratamientos de las diferentes patologías vasculares y el tratamiento de úlceras de la piel.
Los campos de aplicación son actualmente los siguientes:
-Adiposidad localizada
-El contorno del cuerpo
-Como tratamiento complementario a la liposucción
-Lipomatosis difusa
-La llamada “piel de naranja”, celulitis
-Psoriasis
-Estrías de distensión
-Laxitud
-Insuficiencia venosa
-Sindrome de piernas inquietas
-Acrocianosis
-Fenómeno de Raynaud
-Base vascular de la impotencia sexual masculina
-Alopecia
-Tratamiento de las úlceras de la piel
Para ello se utiliza un dispositivo cuya seguridad está certificada por el Ministerio de Salud, el sistema de infusión y las agujas son desechables y el gas medicinal es estéril.
El tratamiento es seguro, no presenta ningún tipo de toxicidad (el CO2 es normalmente producido durante la respiración, el gas se utiliza habitualmente en medicina, por ejemplo en la técnica de laparoscopia).
En las zonas de inyección de gas se puede sentir con los dedos una sensación de crepitación bajo la piel (como nieve) que desaparece después de los primeros minutos de tratamiento.
En cualquier caso y durante el tratamiento el paciente deberá informar al profesional si siente dolor a fin de que este pueda ajustar los parámetros de la administración del gas.